Hace más de siete décadas, el escritor peruano Ciro Alegría nos decía que el mundo era ancho y ajeno al retratar a su sociedad; si bien aún seguimos viendo desigualdad en acceso y oportunidades, seguimos viendo injusticias y la corrupción nos carcome el alma como sociedad, el mundo dejó de ser ancho y dejó de ser ajeno. La comunicación, a través del avance tecnológico, nos acercó, redujo las distancias y paradójicamente, también nos alejó.
La comunicación nos ha cambiado la manera de vivir y lo seguirá haciendo, probablemente con tal velocidad, que no nos daremos cuenta de que el mundo que conocemos ya fue, que nos urge redescubrir el placer y el valor de la conversación, del contacto visual, del mirarnos a los ojos como seres humanos.
¿Hacia dónde vamos? En esta sociedad líquida, del cansancio, de frustraciones y del agotamiento, de las pantallas y transparencias ilusorias, de revolución digital, de modelos agotados, de diversidades, de luchas y conquistas por espacios –tal vez, así ha sido siempre-, nos toca detenernos a reflexionar sobre la comunicación, a hacernos las mismas preguntas que se hicieron los estudiosos de la comunicación que aún repasamos en las aulas universitarias. ¿Cuál es el rol de los medios?, ¿Qué hacemos con los contenidos que consumimos?, ¿Qué impacto está teniendo la innovación tecnológica en nuestra cosmovisión y en la manera de relacionarnos en todas de nuestro accionar social, desde las aulas hasta los más recónditos lugares desde donde un comunicador, un fotógrafo, un productor audiovisual, un periodista está trabajando conectado a su teléfono móvil, pasando por las oficinas, ahora cada vez más interconectadas. O simplemente, deberíamos preguntarnos cómo la comunicación puede ayudarnos a convertirnos en sociedades más conscientes y solidarias.
Al compartir con ustedes estas reflexiones, mi intención no es otra que manifestarles el compromiso de este Directorio para recuperar el protagonismo de esta institución académica en los procesos de reflexión vinculados a la comunicación, más transversal y más humana que nunca.
Señoras y señores, colegas comunicadores, este Colegio de Profesionales en Comunicación comenzó una nueva etapa de vida institucional el año 2017 cuando en asamblea aprobó su nuevo estatuto orgánico que abre las puertas a profesionales cuyo objeto o herramienta de trabajo es la comunicación, el lenguaje, las palabras, las imágenes, las relaciones humanas, la intermediación. Este Directorio invita a todos los profesionales de relaciones públicas, audiovisuales, radio y televisión, comunicación corporativa, comunicación digital, marketing, cine y otros afines, a acercarse y a crecer con nosotros.
Este directorio y tribunal de Honor que me acompaña, es un equipo de elevado compromiso. Me siento honrada de representarlos y de compartir una visión compartida: jerarquizar nuestra profesión y posicionar al colegio como un referente en nuestra sociedad.
Siempre he pensado que la indiferencia, las ofertas sin corazón, las “críticas constructivas”, los mezquindades o la tacañería intelectual, el “así nomás”, la superficialidad, la viveza criolla son venenosas cuando se incrustan en las organizaciones. ¿Cómo las combatimos?
Este Directorio confía en las potencialidades de cada uno de sus integrantes, en la vocación de servicio que ha sido la base de nuestra propuesta, así como del acercamiento a nuestros colegas. Este directorio es de y para sumar, todas las universidades que cuentan con carreras de comunicación están representadas, ya sea porque nos hemos formado en sus aulas o porque enseñamos en ellas.
En este sentido el trabajo y la coordinación con las autoridades universitarias son fundamentales. Se hace necesario abrir espacios para la colaboración, necesitamos mejorar la calidad de nuestros profesionales, necesitamos subir el nivel de la enseñanza y del ejercicio profesional.
Estamos con toda la energía de nuestra decisión de aportar y de servir, y los invitamos a sumarse y a participar de este proceso de renovación, inclusiva y participativa.
Una de los proyectos que tenemos previsto es abrir espacio para que colegas con experiencia, de prestigio y sobre todo, con calidad humana formen parte de nuestros equipos consultivos, uno institucional y otro académico, para que nos ayuden, nos guíen y nos muestren a través de su experiencia, las posibilidades para crear oportunidades de crecimiento para nuestros afiliados.
¿Por dónde vamos a comenzar a trabajar? Ordenaremos la casa. Comenzar por lo básico, un espacio propio para reunirnos, para reflexionar, para compartir, para crecer. Un espacio donde cada uno de los afiliados encuentre información, respuestas, apoyo, servicios.
Quien les habla es una persona que ama su trabajo, ama lo que hace; y ahora que me dirijo a ustedes, veo a mis colegas siento que ustedes comparten ese mismo amor por la comunicación. Los invito a acercarse a nuestro colegio con ideas, propuestas, proyectos… y también con ofertas de lo más valioso: su tiempo y energía.